miércoles, 8 de agosto de 2007

SANTOS 2 - 0 CRUZ AZUL

MÉXICO -- El inicio soñado por la afición lagunera se dio cuando Santos se impuso 2-0 a Cruz Azul con dos goles de argentino Daniel Ludueña en lo que fue la presentación del equipo de los Guerreros en el Apertura 2007 del fútbol mexicano.
El pampero autor de las dos anotaciones de los locales, Daniel Ludueña comentó: "Gracias a Dios se obtuvo lo que todos esperábamos, un triunfo creo que fueron dos meses muy largos pero a la larga van a dar fruto como lo están dando ahora".
Para el mediocampista el haber marcado en dos ocasiones no le implica ser alguien especial en el desempeño del equipo: "Creo que más allá de los goles figura somos todos porque realmente hacemos todos un trabajo muy digno y por eso somos dignos ganadores".
Por su parte, el arquero de los Guerreros, Oswaldo Sánchez se mostró satisfecho por haber iniciado el paso en el torneo con una victoria: "Muy contento porque siempre empezar ganando es importante, nosotros nos hemos propuesto la tarea de hacer valer nuestra condición de local otra vez y bueno ahí vamos el primer partido tres puntos y estamos contentos por eso".
Los objetivos están claros para el portero de la selección mexicana: "Esperemos salir de zona de descenso y si el equipo sale por consecuencia podemos hacer algo bueno".
Finalmente, Christian Benítez, quien debutó como refuerzo de la escuadra lagunera declaró que el domingo se vio una muestra de lo que se puede esperar de él y su equipo: "Bien, lo hice bien creo que lo ideal es que el equipo gane, va a ser un Santos agresivo y que siempre buscará ganar así".

martes, 7 de agosto de 2007

BARRYHOMRUN

SAN FRANCISCO -- Barry Bonds conectó el martes su cuadrangular número 756, un leñazo entre el jardín derecho y el central, para dar un mensaje enfático: Le guste o no a algunos, es el mejor jonronero de la historia.
Bonds rompió el récord de Hank Aaron, en el quinto inning, al encontrar un lanzamiento con cuenta de 3-2, de Mike Bacsik, serpentinero de los Nacionales de Washington. Tres días antes, Bonds empató a Aaron con un garrotazo entre el jardín izquierdo y el central, en San Diego.
"Muchas gracias. Tengo que agradecerles a todos, a los aficionados de aquí, de San Francisco. Ha sido fantástico", dijo Bonds, poco después de pisar el plato. A su lado estaba su padrino, Willie Mays.
"Tengo que agradecer a mis compañeros. Durante todo esto ustedes han sido fuertes y me han dado todo el apoyo que necesito, y nunca olvidaré esto mientras viva".
Tras agradecer también a sus hijos, señaló: "Me complace haber hecho esto antes de que ustedes fueran a la escuela".
El toletero dirigió también palabras de agradecimiento a los Nacionales y a su padre, el ex beisbolista Bobby Bonds.
"A mi papá", dijo Bonds antes de que la voz se le quebrara por el llanto, mientras apuntaba hacia el cielo. "Gracias por todo".
En una señal sobre la índole controversial del récord, ni el comisionado de las Grandes Ligas ni el propio Aaron estuvieron presentes en el estadio.
Selig estuvo en el graderío cuando Bonds empató el récord, decidiendo privilegiar la historia del béisbol por encima de las acusaciones de consumo de esteroides de las que ha sido sujeto el artillero de los Gigantes de San Francisco.
El martes por la noche, Selig envió a un representante, el vicepresidente ejecutivo de las Grandes Ligas, Jimmie Lee Solomon.
En cuanto a Aaron, había dicho que no tenía interés en atestiguar el rompimiento de su récord de 33 años. Cumplió con su palabra, pero ofreció un mensaje grabado de felicitación, el cual fue mostrado por la pantalla del parque.
"Ofrezco mi felicitación a Barry y a su familia", dijo Aaron.
También estuvieron ausentes los aficionados que habían mostrado carteles con asteriscos que cuestionaban la legitimidad del récord, al considerar que al menos parte del poder de Bonds se debía a los esteroides.
Bonds estuvo libre de esas impugnaciones en el AT&T Park, frente a su fiel afición, incluido su padrino Mays, miembro del Salón de la Fama. Bonds ha negado siempre que haya consumido a sabiendas drogas para mejorar su desempeño.
Sin embargo, los aficionados difícilmente dejarán de debatir en torno a cuál toletero debe ser considerado el auténtico monarca del tolete. Algunos seguirán defendiendo la marca de Aaron, mientras que otros dirán que es Babe Ruth, el tercer lugar en la lista.
"Todo esto tiene que ver con la historia. Muy pronto, alguien llegará y lo superará", dijo Mays antes del juego.
Bonds, siete veces nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, conectó su 22do vuelacercas del año. El artillero de 43 años rompió el récord de Mark McGwire, de más jonrones en una campaña, al llegar a 73 en el 2001. Aunque no ha vuelto a mostrar un poderío semejante, sigue causando estragos a los rivales.
Bonds y la directiva de los Gigantes tuvieron fricciones sobre el contrato, antes de esta campaña. Esta noche de celebración representó el motivo principal para que el dueño Peter Magowan trajera de vuelta al estelar jardinero izquierdo, a fin de que cumpliera con una 15ta temporada en San Francisco.
Lo contrató por un año y 15,8 millones de dólares.
El rápido ascenso de Bonds hacia el récord perdió velocidad en los últimos años, luego que la edad y varios problemas en las rodillas lo afectaron. Bateó 258 jonrones del 2000 al 2004 pero sólo ha sumado 53 desde entonces.
Mientras que los esteroides han empañado la búsqueda del récord por parte de Bonds, fueron las tensiones raciales el tema principal de conversación cuando Aaron rompió la marca de Ruth en 1974. Aaron tuvo que soportar mensajes de odio enviados a su buzón, así como amenazas de muerte por parte de fanáticos racistas, quienes pensaban que un negro no debía romper el récord impuesto por un héroe blanco, el Gran Bambino Ruth.
El ex comisionado Bowie Kuhn atestiguó cuando Aaron empató el récord, pero no estuvo presente en el duelo en que la marca fue superada, un gesto que molestó a muchos seguidores del toletero.
Selig es un amigo cercano de Aaron y ofreció a Bonds una tibia felicitación cuando empató el récord.


domingo, 5 de agosto de 2007

OCHOA GANA ABIERTO BRITANICO


ST. ANDREWS -- La mexicana Lorena Ochoa se adjudicó este domingo su primer título en un torneo grande, cuando una ronda final de 74 golpes en St. Andrews le concedió una victoria de cuatro impactos de diferencia en el primer Abierto Británico femenino disputado en la cuna del golf.

Tras compartir el segundo en el Abierto de Estados Unidos hace un mes, la número uno del mundo ahora mantiene una brecha de más un millón de dólares en la lista de ganancias en el tour de la LPGA y escribió una página histórica al convertirse en la primera ganadora de un torneo profesional femenino disputado en el mítico campo de St. Andrews. Ochoa dominó el torneo desde la misma primera ronda, apoderándose de la punta gracias a una tarjeta inicial de 67 golpes, seis bajo par. Su acumulado final fue de 287 para los 72 hoyos, superando por cuatro golpes a la surcoreana Jee-young Lee y a la sueca Maria Hjorth, quienes firmaron sendos 71 para terminar con 291. La única jugadora que supo lidiar con los fuertes vientos característicos en esta zona de Escocia, Ochoa, arrancó el último recorrido con una ventaja de seis impactos y la único bajo el par. Embocó tres birdies en los primeros nueve hoyos para encaminarse a una victoria que era inexorable. Su único contratiempo fue en el 17, donde su segundo golpe se fue uno de los bunkers próximos al green. Tras sacar la pelota de lado, logró aproximarse a la zona del putt con un toque corto y pudo escapar con el bogey de seis. Encaró el último hoyo con una diferencia de cuatro golpes y no vaciló para asegurar el triunfo. Sin indicios de la fuerte brisa que provocó que muchas de las anotaciones del día previo se disparasen sobre los 80, Ochoa mantuvo su magnífico nivel de precisión para alcanzar los greens. Todo quedó definido al ingresar a la segunda parte del recorrido final y sus rivales también le dieron la mano: en las tres ocasiones que Ochoa falló un golpe, sus oponentes hicieron lo mismo. No necesitó de birdies en los últimos nueve hoyos. Ochoa nunca se vio en apuros, ni siquiera de parte de Annika Sorenstam, la sueca ganadora de 10 torneos grandes. A siete golpes de la mexicana al comenzar la jornada, Sorenstam insinúo una reacción con dos birdies en los primeros seis hoyos. Pero su arremetida se esfumó con tres bogeys en los siguientes y quedó compartiendo el 16to lugar. "Todo el mundo sabe que ella es una jugadora fantástica", dijo Sorenstam sobre Ochoa. "Ha tenido una trayectoria fenomenal en el último año y medio. Ha madura mucho como golfista. El título grande era cosa de tiempo. Estoy muy feliz por ella. Es una gran persona y una gran jugadora".